Viven en zonas abiertas de bosques de eucaliptos, cuyas hojas constituyen la mayor parte de su dieta. Debido a que esta dieta aporta una cantidad escasa de nutrientes
y calorías, los koalas llevan una vida sedentaria y suelen dormir hasta 20 horas al día. Son animales asociales y solo se da un vínculo entre las madres y sus crías
dependientes. Los machos adultos se comunican con fuertes rugidos que intimidan a los rivales y atraen a las hembras.
Como en los demás marsupiales, sus crías nacen
sin estar desarrolladas por completo y de inmediato se suben al marsupio de sus madres, donde permanecen durante sus primeros seis o siete meses de vida;
los jóvenes se destetan por completo cuando tienen un año de edad. Tienen pocos parásitos y depredadores naturales, aunque están amenazados por varios patógenos,
así como por los incendios forestales y las sequías.